La historia de Billiken. Cultura infantil y ciudadanía en la Argentina, 1919-2019
Hubo un tiempo en que una revista para chicos, en papel, era
leída en todo Latinoamérica, y sus lectores la esperaban ansiosos, todas las
semanas, para armar, recortar, dibujar y divertirse con las historietas,
troqueles y figuritas y hacer los deberes con la ayuda de su copioso material
didáctico. Esa revista era Billiken, la única publicación infantil
centenaria de todo el mundo, que logró sortear todos los avatares políticos y
económicos de nuestro país hasta que la aparición de Internet y luego la
pandemia la volvieron insostenible.
La autora de este trabajo, una investigadora
inglesa especializada en la cultura popular impresa de Argentina, reconstruyó
la historia de esta publicación que nació pensada para acompañar los contenidos
escolares, en un momento de ampliación de la escolaridad obligatoria, y se
propuso instalar en la infancia la idea de ciudadanía como identidad de marca.
Un proyecto cultural y comercial que su fundador, Constancio C. Vigil, llevó
adelante como forma de construir su legado intelectual, del que la revista era
una parte, junto con sus libros de lectura obligatoria en las escuelas, como el
libro de lectura para primer grado ¡Upa!, los cuentos de la Hormiguita Viajera y el Mono
Relojero o la literatura universal de la colección Billiken.
Organizada según los ciclos de las
efemérides históricas, la revista mantuvo buenas relaciones con todos los
gobiernos y a pesar de su ideología claramente conservadora y su apoyo
incondicional a los gobiernos de facto, esto no le impidió difundir material
político afín al primer gobierno peronista, lo que le dio la posibilidad de
ampliar su base de lectores y llegar a vender, a fines de la década del 50,
500.000 ejemplares semanales.
La llegada de Anteojito, en
el año 1964, su gran competidora, la impulsó a buscar estrategias para no
perder lectores y los álbumes de figuritas constituyeron la novedad que la
marca necesitaba para seguir estando presente en las escuelas y por ende, en
las casas. Pero las épocas de gloria habían pasado. Los años 90, con la llegada
de la revista Genios y la globalización de la cultura infantil, marcan
el comienzo del fin de la revista en papel. Hoy, reconvertida en una plataforma
de recursos educativos, se enfrenta al desafío de recuperar ese lazo entrañable
con los pequeños lectores, en un mundo en el que ya no es posible encontrar la información
y el entretenimiento en un solo lugar, la gran innovación que la revista había
producido a comienzos del siglo pasado.
Publicado en La gaceta literaria, 18/8/2024
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