Charly en el país de las alegorías
Este libro está
escrito desde la más profunda empatía con su “objeto de estudio”:
la obra de Charly García, uno de los músicos populares que supo
hablarle a su generación, quizás, como pocos, y cuyas canciones
tuvieron la capacidad de leer en forma intuitiva su contemporaneidad
y de sortear poéticamente la mordaza de la censura en los años de
plomo.
Visionario, héroe
alegórico (sic), genio, dios, anormal, son algunos de los
calificativos con los que sus biógrafos intentaron definirlo y con
los que él mismo jugó a la hora con construir su personaje.
Partiendo de la
hipotésis de que la matriz productiva de la creación de Charly es
la alegoría, su autora las organiza temáticamente en: alegorías
políticas, didácticas, esópicas, ópticas, heroicas y de género y
encuentra en Homero y sobre todo en Lewis Caroll y su trabajo con el
sinsentido, la fuente de inspiración de este músico que construyó
un universo propio -muchas veces autoparodiado- en el que se instaló
y del que en ocasiones pareciera haberle costado salir, como lo
evidencian los altibajos emocionales, pero también ideológicos, en
su vida personal.
El análisis de
la obra de este prolífico compositor lleva a su autora a pretender
abordar la historia de la cultura occidental a través del concepto
de alegoría desde la Antigüedad clásica hasta las letras de rock,
lo que redunda en una superposición de citas bibliográficas que
exceden el marco del objeto de análisis y que desdibujan los
conceptos teóricos a los que apela para interpretar unos textos que,
como Casandra, tuvieron la capacidad de profetizar acerca de lo que
vendría y que necesitaron sonar durante algún tiempo antes de ser
decodificados.
Publicado en diario Perfil, 23/2/14