lunes, 27 de enero de 2014

Premio Clarín de Novela

Bestias afuera



Un joven agrónomo, huérfano y con la sola compañía de su perro llega a la estancia La Guillermina, la última construcción habitada en un valle patagónico, con el objeto de tomar muestras para una investigación sobre plagas. La soledad y el aislamiento en el que vive el dueño de la finca terminan de conformar el escenario en el que el destino espera a esos personajes parcos y solitarios, dueños de un secreto que los constituye, propio del western.
“Las bestias, afuera” es la frase con la que lo recibe Bastiana, la empleada de la finca, marcando el límite que separa a los humanos de los animales y anticipando, a su vez, la tragedia que espera, agazapada.
Habitado por el miedo aprendido en su infancia de la mano –literalmente- de un abuelo violento y embrutecido, el protagonista se descubre en el centro de una persecución en la que un oscuro personaje muerto unos años antes, experto constructor de trampas, lo amenaza desde el silencio, como la imagen odiada de su abuelo ya muerto, que se le aparece en sueños y durante la vigilia. Las explicaciones para estas apariciones se multiplican, ambiguamente, tanto como los personajes que se desdoblan amenazando su precario equilibrio emocional y convirtiéndolo en un narrador no fiable.
Y si el espacio de lo salvaje, poblado de personajes que pertenecen a ese orden como Bastiana (que remite a lo bestial), su pequeño hijo que apenas domina el lenguaje y el misterioso paisano se enfrenta al mundo de lo civilizado donde habitan el protagonista y el recluido dueño de la finca rodeado de literatura clásica, pronto aquél aprenderá sobre la imposibilidad de “mantener a raya a las bestias”, cuando descubra la fascinación por una hierba desconocida que impregna las comidas y la ropa, anticipando la atracción sexual por Bastiana que lo domina.

Un final abierto remata esta novela concentrada y respetuosa de las convenciones del género fantástico y que retoma un tópico de nuestra literatura, con el que su autor acaba de ganar merecidamente el premio Clarín de novela.

Publicado en diario Perfil, 5/1/14