El sabueso de los Baskerville
Quizás por ser el detective más sorprendente de todos los
tiempos o porque sus historias nos ofrecen la posibilidad de creer que todo
tiene una explicación racional, lo cierto es que Sherlock Holmes es adorado por
varias generaciones de lectores desde que apareció por primera vez, en 1887.
Producto de un mundo que todavía no había vivido la pesadilla de la Primera
Guerra Mundial y que gozaba de una confianza plena en la ciencia y la técnica, sus
rigurosos métodos deductivos y sus observaciones al borde del verosímil
conforman lo mejor de la literatura de masas.
Y la editorial unaLuna acaba de publicar una ajustada
adaptación de El sabueso de los
Baskerville (la novela en la que Conan Doyle “resucitó” a su protagonista
después de ocho años de publicada su última aventura) en la colección “Fuera de
serie”, la que reúne textos clásicos adaptados para un público que ya está en
condiciones de largarse a leer buenas novelas.
Ningún escenario más teatral pudo haber elegido el autor
para hacer reaparecer a su héroe que el escenario gótico en el que se produce
la muerte del dueño de la mansión de los Baskerville, rodeada de un pantano en
el que habita la leyenda de un gigantesco y diabólico mastín que aterroriza a
los poquísimos vecinos del lugar. El otro elemento que suma teatralidad al
relato es la aparición de Holmes al comienzo para dejarle el protagonismo de la
investigación a Watson y su reaparición sorpresiva, hacia el final,
deslumbrando con su inteligencia un tanto monstruosa, para resolver el misterio
y demostrar, una vez más, el predominio de la razón por sobre el pensamiento
mágico. (Un dato curioso de su biografía nos informa que Conan Doyle se había
casado con una médium y que formó parte, como tantos escritores de su época, de
sociedades dedicadas a la comunicación con el más allá).
Esta edición, pensada para un público infantil y con un
claro criterio pedagógico y de estímulo a la lectura en sentido amplio, incluye
una introducción con datos sobre el origen de esta novela, un apartado
biográfico del autor donde describe al médico y profesor en el que se inspiró
para la elaboración de su famoso personaje y una descripción del “método
holmesiano” para estimular a los pequeños lectores en el arte del
desciframiento de misterios. Las ilustraciones de Rodrigo Folgueira recuperan
la atmósfera decimonónica y conservan el formato folletinesco de un texto que
se convirtió en una de las novelas policiales más leídas y reversionadas de
todos los tiempos.
Publicado en La gaceta literaria, 21/6/2020
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