Noticias de Pintores
Después de investigar en
bibliotecas de museos de Buenos Aires, Roma y San Petersburgo, María Luque
-autora, entre otras obras, de una novela gráfica sobre Cándido López publicada también por la editorial Sigilo-
concibió una bellísima historia del arte, Noticias
de pintores, en la que, con sólo dos colores, retrató a noventa y cinco
pintores en su ámbito de trabajo. A partir de
detalles poco conocidos de sus vidas, se propuso recuperar el imaginario
de cada artista y a la vez, rendir un homenaje a aquellas obras que forman
parte de la tradición que la nutrió.
Algo, en este trabajo, recuerda
a los manuscritos medievales -esos textos en los que la dimensión plástica
predomina- pero sobre todo por el trabajo con los colores, el rojo y el azul,
que en este caso, respondió a distintas razones: “por un lado, tenía ganas de
probar algo diferente a los libros anteriores, donde había trabajado con todos
los colores. También, sabía que iba a estar viajando mucho, entonces poder
llevar lo que necesitaba en una cartuchera pequeña era una necesidad para mí y
además, achicar la paleta sólo a dos colores genera un desafío súper grande.
Entonces, era pensar el dibujo de otra manera y me entusiasmaba eso. Cuando no
tenés todos los colores a disposición empezás a pensar cómo llenar esos
faltantes y te encontrás todo el tiempo tratando de encontrar soluciones. Fue
muy divertido ¡sobre todo cuando me tocó pintar limones!”
Una historia gráfica del arte
pensada como la visita de una pintora al tiempo y al taller de otros pintores
que su autora define como una suerte de “picnic” o encuentro, y una ocasión
para el cruce entre su trabajo y el de los artistas elegidos.
“Yo lo que pretendía era ser un
poco testigo de esas cosas que pasaron que yo desconocía sobre la vida de los
pintores. Muchos conocemos la oreja de Van Gogh pero hay muchas otras cosas que
por lo general quedan ocultas. Y a mí esos momentos me resultaron muy
atractivos y siento que me aportan mucho a la lectura de las obras.”
Algunas de las viñetas son
reproducciones de cuadros y otras toman esos rasgos de los pintores que los
convierten en tales. Quizás, una manera de explorar su forma de ver el mundo,
entender cuál era su búsqueda o también reproducir su propia mirada sobre cada
uno de ellos.
“Es una mezcla de todo eso.
Algunas veces yo trataba de forzar mi dibujo para que se parezca al del artista
que estaba presentando. Muchas veces no lo lograba, sobre todo con los que no
tengo mucha conexión. Lo que trataba era que en cada uno de los dibujos se
pudiera ver un poquito del imaginario del artista. Si bien a veces era a través
de pinturas de ellos que aparecían en las paredes, otras veces era en su
vestimenta, en los muebles que tenían alrededor. Trataba de ponerle atención a
esos detalles. Lo que yo siento es que aprendo a dibujar mirando sus obras y
tratando de reproducirlas.”
Muchos de ellos aparecen
observándose a sí mismos como obra (como la estatua hecha en honor a James
Ensor que él visitaba todos los días o aquella pintora que hace su autorretrato
emulando un cuadro de Rubens) en una especie de puesta en abismo. ¿Qué es lo
que se juega en esta dialéctica que además es una constante en la historia del
arte?
“Pienso que es un poco
inevitable. Es buscar hacer lazo con los que vinieron antes. Y además pintar es
una acción muy solitaria que requiere de mucha concentración y ahí terminamos
todos ensimismados mirando para adentro. Me lo puedo imaginar a Rembrandt que
era tan lento para pintar que nadie lo aguantaba y terminaba pintándose a sí
mismo. A mí me pasa que cuando quiero contar una historia, como yo soy la
persona que más conozco termino contando cosas que me pasan a mí y a veces es
una buena excusa para contar cosas que le pasan a otros.”
-¿Cómo hiciste para conjugar tu
estilo con el de cada uno de los pintores que elegiste, qué fue lo que
privilegiaste, tu estilo o el de ellos?
“Por lo general, el mío, pero
hubo algunos casos en que no podía controlar la tentación de forzar mi mano,
como, por ejemplo, en las viñetas sobre Ferdinand Léger. Había estado viendo
unas obras suyas con esos cuerpos gigantes y esas proporciones extrañísimas que
yo no suelo usar pero lo vi y un poco eso se te queda en la mano, entonces para
mí fue un aprendizaje gigante.”
-¿Qué nuevas posibilidades
ofrece la novela gráfica?
“Bueno, yo, además de dibujar,
hacer historietas, pinto y hago muchas cosas simultáneamente y cuando necesito
desarrollar una historia que tiene una complejidad mayor, el formato de la
novela gráfica es perfecto. A lo mejor no tendría el mismo sentido si esto, en
lugar de un libro, fuera una muestra en una galería, la gente haría una lectura
diferente, es mucho menor el tiempo que uno pasa frente a una muestra que el
que le dedica a un libro, el formato es medio irremplazable. A mí me genera
mucha satisfacción pensar que esos dibujos que me llevan tanto tiempo después
se van a convertir en algo que va a permanecer en las bibliotecas de la gente.”
Publicado en diario Perfil, 10/2/2019
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