domingo, 10 de julio de 2022

El maridaje perfecto: cine y diseño gráfico

 Afiches de películas

 

            Una buena noticia para los amantes del cine es la publicación de este libro que, como una de esas hermosas ediciones de libros de arte, reúne algunos de los mejores afiches de películas, para mostrarnos todo lo que el cine le debe al diseño gráfico. Una dupla que estuvo presente desde los comienzos del séptimo arte, en los carteles inspirados en la estética de Toulouse-Lautrec anunciando las películas de los hermanos Lumière y que en la actualidad se potencia en los productos de la industria audiovisual.

            Pero los afiches tienen su propia historia del arte y sus grandes autores, como Saul Bass, el creador de los afiches, entre otros, de las películas de Hitchcock que, con un tratamiento formal sintético basado en el uso de figuras geométricas, logró plasmar el tono justo de una de las filmografías más personales de todas, como se puede ver en el afiche de Vértigo, con el contorno de los personajes cayendo por un remolino de círculos concéntricos.

            Desde las experimentaciones del expresionismo alemán, el constructivismo y la abstracción geométrica, la cartelería se convirtió en la caja de resonancia de este jovencísimo arte cuyo potencial comunicativo fue rápidamente cooptado por los líderes políticos a los dos lados de la frontera ideológica. Y con el tiempo, uno de sus más famosos productos, el afiche de Metrópolis de Frtiz Lang (del alemán Heinz Schulz-Neudamm) se convirtió en una pieza de lujo valuada en un millón de dólares.

            Los 80 fueron los años del auge del cine de entretenimiento y el diseñador Drew Struzan, el encargado de potenciarlo en las geniales aerografías con las que creó los pósters de Volver al futuro, de la saga de Rambo y Blade Runner, entre otros. Un trabajo artesanal que queda reflejado en las excelentes fisonomías y escenas icónicas, en el que los cuerpos pueden devenir extensiones del arma o, en su versión futurista, cyborgs al servicio tanto del bien como del mal.

            La guerra, los terrores ancestrales, el peligro extraterrestre, el mal en todas sus formas, dejaron su marca en el imaginario de varias generaciones de espectadores y sus imágenes publicitarias llegaron a decorar las habitaciones de varios adolescentes.

            Para quienes conocimos el cine en las salas de exhibición, el póster que acompañaba la película formaba parte del placer de ir adentrándose en ese espectáculo “más grande que la vida” y aunque hoy los espectadores se mudaron a las plataformas de streaming, continúa siendo una pieza gráfica insustituible. 

Publicado en La gaceta de Tucumán, 10/7/2022

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