lunes, 25 de agosto de 2014

Literatura norteamericana actual

Alt Lit

Varios autores



El oficio de editar —como el de la crítica— tiene muchas veces entre sus cualidades la de recortar una escena literaria contemporánea. La empresa supone riesgos, como las decisiones relacionadas con el registro de la lengua a la hora de la traducción, cuestión de la que este libro se hace cargo, trasladando los modos del habla juvenil norteamericana a los de nuestra propia lengua.
Los compiladores de este trabajo quisieron averiguar cuál es el estado de la literatura norteamericana actual, aquella que no se refleja en los catálogos de las grandes editoriales, y se encontraron con un campo literario potente, en movimiento, y con textos que, al igual que la tradición nacional de la que provienen, exhiben las marcas de su sociedad en toda su complejidad: la de un imperio en decadencia, con la herida narcisista de sus torres derribadas, y la desindustrialización y las burbujas financieras mutando ciudades.
Los jóvenes que integran esta antología —en su mayoría sub treinta— parten de un movimiento cultural que se llamó “Nueva Sinceridad”, en contraste con el cinismo que dominó en los años noventa. También llamados “Generación Offbeat, en una lejana alusión a los beatniks, muchos de ellos se muestran contrarios a la moda y al pop, antimilitaristas y cultores de la alimentación orgánica, a la vez que atravesados por los pilares de la sociedad norteamericana: el consumo y la poderosa industria alimenticia y del entretenimiento.
Si los modos de relación hoy funcionan en redes, los textos de estos autores circulan por Internet (y de allí fueron seleccionados). Su lengua se nutre de los chats y los posts, y son las plataformas digitales y los blogs los espacios que eligieron para construir un modelo literario confesional en sintonía con lo que la crítica viene llamando el “giro autobiográfico” (esa literatura en la que el yo, en su afán de plasmar una identidad literaria, se transforma en espectáculo, y en la que los modos de representación ficcional no tienen mucho que ofrecer a esas “performances de autor”). Estas “vidas literarias” que sostiene el giro autobiográfico transcurren en Internet y, como toda literatura, se preguntan por el vínculo con la experiencia en tiempos en que el cuerpo ha dejado de ser el lugar de la experimentación (y los personajes anoréxicos proliferan como los “amigos” virtuales de los chats), y la imaginación mediática ofrece remedos de experiencias (“ser atacado por un tiburón sería interesante pero sólo porque lo vi en la tele”) a seres que han nacido en la era de la conectividad (“quiero irme de mi habitación una vez por día”).
Desocupados y subocupados, migrantes, alcohólicos, jóvenes white trashpueblan estos relatos de muy diversa factura, que en algunos casos logran momentos de altísima especulación política y filosófica, como un relato de la distopía orwelliana donde la idea de biopolítica se extrema hasta límites intolerables. De ahí que esta antología pueda ser vista como un mapa literario del presente gringo, para recorrerlo y seguir navegando.
Publicado en Otra Parte semanal, 22/8/2014

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