“Autoayúdese, es una orden” decía un chiste a comienzos de los 90 -la década que marcó el triunfo del neoliberalismo y del surgimiento de este subgénero, la autoayuda- que quizás resuma la hipótesis del último libro de la socióloga eslovena Renata Salecl: la idea impuesta de que somos dueños de nuestro destino y por lo tanto, únicos responsables de las malas elecciones, como si las condiciones materiales no tuvieran ninguna incidencia. Una nueva trampa, sostiene, que el reinado del individualismo nos tiende para desactivar toda construcción colectiva de cambio.
Hoy
se nos conmina a reinventarnos, a convertirnos en nuestra mejor versión, a
gozar sin límites, a tratarnos a nosotros mismos como si fuéramos una empresa
(y la figura del emprendedor es su cara más visible), eso sí, siguiendo una
serie de instrucciones que, paradójicamente, nos alivian de la angustia de
enfrentarnos a las infinitas posibilidades de elección que el mundo unipolar
nos ofrece.
Y
es la teoría de la elección racional, según esta autora, la verdadera idea
madre para este estadio del capitalismo que requiere de sujetos sometidos por
el autocontrol, que apunta a la instrumentalización de la subjetividad bajo la
fachada de la libre elección y nos recuerda que la ideología de la autocuración
a través del trabajo sobre sí mismo surgió en plena embestida de la
privatización de la salud. No sólo de espíritu vive el hombre.
Publicado por El diplo, diciembre 2022
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