domingo, 16 de diciembre de 2018

Gramática de las cosas


Correo literario

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            Durante las décadas del 60 y el 70, la poeta Wislawa Szymborska dirigió la sección “correo literario” de una revista cultural polaca, en la que, los aprendices de escritor se encontraban, a vuelta de correo, con una destinataria implacable que les hacía saber si en sus poemas se escondía la promesa de un creador o meras estrategias de seducción adolescente.
            A contrapelo de su contemporáneo, el omnipresente estructuralismo, los criterios desde los que lee estos conatos de literatura son la calidad y el valor estético, ya que el talento, sostiene, no es un fenómeno de masas. Mediante la ironía, esa figura retórica que es el arma letal de las grandes inteligencias fustiga el descuido de la lengua, los procedimientos arcaicos, los temas vulgares tanto como los correctos, el léxico sublime, las mistificaciones, los plagios y, por sobre todas las cosas, el desconocimiento de la propia gramática.
            Su compromiso vital con la escritura poética la lleva a aconsejar a sus interlocutores a no desvelarse por publicar sino a trabajar sus textos como una escultura y “esforzarse hasta que el pensamiento adquiera una forma definitiva.” Leer sus columnas es asistir al mejor de los talleres de escritura posible, aunque sólo sea para escucharla decir a un joven poeta que el mundo de todos los días hay que volver a describirlo hasta transformarlo en un descubrimiento propio, porque “treinta millones de compatriotas esperan saber, con el corazón en un puño, qué puede contarles de sí mismo.” Y como una auténtica maestra, demuestra un amplio dominio de  su tradición literaria, mucha solvencia en el oficio y una pluma capaz de ir de lo prosaico a lo erudito, mientras desgrana consejos sobre la cocina de la escritura que alcanzan la dimensión de un arte poética.
            Encuentra muestras de talento más cerca de la timidez que de la impostura y les advierte, a quienes persiguen a las musas, que la escritura, lejos de ofrecerles una coartada, es la única forma de vida real que les espera.

Publicado en diario Perfil, 16/12/2018

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