La canción de Amina
En el universo adulto, las culturas
ancestrales -el otro absoluto- sólo tienen interés para los
antropólogos o los documentalistas. En el mundo infantil, en el que
todo lo que existe puede ser motivo de curiosidad, un día en la vida
de una niña del pueblo de los bambuti (los pigmeos, como los
llamamos en Occidente) puede transformarse en la mayor de las
aventuras. El cine de entretenimiento sabe de esto y lo ha explotado,
muchas veces desdeñando la verdad histórica, lo que no es el caso
de la colección “La vuelta al mundo” de la editorial Uranito,
que cuenta historias inspiradas en estas culturas.
El paisaje, sabemos, se transforma en
protagonista cuando reviste para sus personajes un carácter
existencial, en las culturas contemporáneas y en las arcaicas. De
eso tratan estas historias. La pequeña Amina (que en su lengua
significa: digna de confianza) se convierte en la heroína, cuando
gracias a una idea inspirada en las voces que escucha del bosque, su
hábitat, salva a su comunidad de ser comida por los cocodrilos.
La ilustración, valiéndose de los
matices que paleta del verde le ofrece, da cuenta de la importancia y
el valor que el bosque tiene para esta historia, como lugar
antropológico y fuente de vida.
El libro incluye un gran apartado con
información sobre el lugar donde viven los bambutí, en el centro de
Africa, en la república del Congo, sobre su lengua, sus modos de
socialización, sus rituales y ceremonias, más un glosario con las
palabras que aparecen en el cuento de una de las culturas quizás más
alejadas de la nuestra, consciente de la necesidad de cuidar su
entorno vital, mucho más que nuestras civilizadas e
hiperdesarrolladas sociedades.
Publicado en diario Perfil, 23/11/2014
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