martes, 1 de octubre de 2013

El universo como límite

La torre de Pinzón


El pájaro Pinzón y su perro Tungsteno son dos personajes muy populares en la TV holandesa, que para felicidad de nuestros lectores -grandes y chicos, porque el arte no reconoce diferencias etarias- están siendo publicados en nuestro país.
Su autor es un dibujante y diseñador muy atento a los desarrollos de las nuevas tecnologías en animación y ante la propuesta de atravesar la frontera y convertir a sus personajes animados en literarios, se encontró haciendo una tarea de “traducción” en la que se evidencia mucha reflexión sobre el universo infantil y sus modos de abordar los textos, donde la mirada y la memoria le llevan la delantera a la lectura lineal.
Con dibujos simples recortados de fondos blancos, se destaca la capa roja de Pinzón -que remite a su clásica antecesora- y se cuentan dos historias paralelas: la de la búsqueda de Pinzón por alcanzar las nubes y la de Tungsteno por encontrar un orden posible para sus estampillas. Los resultados no siempre son los buscados pero lo que importa es la pregunta que dispara la aventura. La misma que pone en movimiento el pensamiento filosófico y científico –qué hay más allá de lo conocido; cuál es la lógica que le da sentido al mundo-, la misma que construye la mirada infantil, capaz de desautomatizar lo que por costumbre los adultos hemos dejado de cuestionar.

Su autor, cómplice de los niños, entiende la importancia que tienen los objetos y las posibilidades que su acumulación ofrece, y cómo cualquier trazo sobre un papel es capaz de transformarse en un dibujo, un grabado, o la huella de un pájaro, en una letra. Sólo hay que estar atento y dispuesto a sorprenderse, cosa que este autor y cualquier niño, conocen de sobra.

Publicado en diario Perfil 15/9/13

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